domingo, 31 de marzo de 2013


Concepción


Del latín conceptio, el término concepción hace referencia a la acción y efecto de concebir. En biologia, se trata de la fusión de dos células sexuales para dar lugar a la célula cigoto, donde se encuentra la unión de los cromosomas del hombre (o el macho) y la mujer (hembra). En este sentido, la idea de concepción es sinónimo de fecundación.
Con la unión del gameto masculino (espermatozoide) y el gameto femenino (óvulo), se forma el cigoto y después el embrión que se desarrollará hasta el nacimiento. En los seres humanos, tras producirse la fecundación, tiene lugar un embarazo de nueve meses de duración; en los equinos, después de los 11 meses y en los canes, después de los dos.

Esto significa que cada mamífero tiene sus tiempos de fecundación y desarrollo dentro del útero materno.
Otro uso de la palabra Concepción, cuando se escribe con mayúscula inicial, hace referencia a la Inmaculada Concepción. Se trata de un dogma católico que sostiene que María, la madre de Jesús, nació sin el pecado original, es decir, libre de pecado. La Inmaculada Concepción no se refiere, a diferencia de lo que suele creerse, a la maternidad virginal de María.

Concepción también es el nombre que reciben diversas regiones geográficas latinoamericanas. En Argentina, existen dos departamentos con dicho nombre (en Misiones y Corrientes) y varias ciudades y localidades. Una de las más importantes es Concepción del Uruguay, en Entre Ríos, que cuenta con unos 65.000 habitantes.
En Chile, Concepción es una ciudad y provincia con más de 200.000 habitantes, famosa por su importancia histórica.

Bolivia, Colombia, República Dominicana, Guatemala, México, Panamá, Paraguay, Perú y Venezuela son otros países que tienen alguna localidad, ciudad, municipio, provincia o departamento con este nombre.

Período de fertilidad en la mujer

Aunque estamos acostumbrados a escuchar acerca de embarazos no deseados, es importante tener presente que concebir no es algo tan sencillo como parece; a muchas mujeres que desean tener hijos les lleva entre seis meses y un año conseguirlo.
Para que una mujer quedé embaraza es necesario que realice el acto sexual durante sus días de fertilidad, los cuales están determinados por el momento en el que se produce la ovulación.
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La concepción es posible sólo si cuando la mujer está ovulando, uno de los óvulos que libera se encuentra con un espermatozoide en el paso de las trompas de Falopio. Por tanto, una vez que la mujer comienza a menstruar es imposible que quede embarazada, dado que el óvulo ya no puede ser fecundado; además el ambiente hostil del útero impedirá el paso de los espermatozoides y, por ende, su posterior supervivencia.

Es importante mencionar que hay mujeres que aseguran haberse quedado embarazadas en este momento cuando en realidad lo que ha ocurrido es que se han confundido de sangrado, el vinculado al momento de la ovulación. Una pérdida que recibe el nombre “spoting” y que se caracteriza por ser breve y con residuos mucosos.

Una buena forma de conocer el momento adecuado para la concepción es contar 14 días a partir del momento de la bajada de la regla. Los días 13 y 15 son los más idóneos para que se propicie el embarazo. Es importante recordar que los óvulos viven menos tiempo que los espermatozoides, hasta 24 y 72 horas, respectivamente; lo que posibilita que el embarazo pueda tener lugar incluso si se han mantenido relaciones en un lapso de hasta tres días previos al momento de la liberación de óvulos.

Cabe mencionar que es sumamente importante que cuando alguien decide traer a un niño a este mundo debe pensar en todos los aspectos que hacen a la existencia de esa nueva vida; ser consciente de si está en condiciones de propiciarle todo lo necesario para crecer feliz y sano. También puede plantearse la posibilidad de adoptar y brindarle a alguien que se encuentra viviendo en condiciones trágicas los mismos cuidados y amor.


Epigénesis
Biología
Definición

En Biología, epigénesis (del griego epi: sobre; génesis: generación, origen, creación) es una teoría, ahora científicamente aceptada, sobre el método por el cuál se desarrolla un individuo: un embrión se desarrolla a partir de un huevo / cigoto que no se ha diferenciado. Es decir no existen componentes miniatura de órganos pre-existentes en los gametos (huevo o esperma), esta teoría opuesta es llamada preformación. La epigénesis predice que los órganos del embrión son formados de la nada, por medio de inducción por parte del ambiente.

El caso paradigmático es el del crecimiento, en el que a partir de un cigoto se desarrolla una compleja estructura celular y orgánica. Por extensión, en teoría de sistemas se incluyen los mecanismos que permiten a un determinado individuo modificar ciertos aspectos de su estructura interna o externa como resultado de la interacción con su entorno inmediato. La epigénesis representa por tanto el proceso de "sintonización" final mediante el cual cada individuo se adapta de forma eficiente a su entorno a partir de las capacidades contenidas en su código genético. Los genes son parte de una red compleja de interacciones que se retroalimenta y, por ende, no actúan como identidades independientes.

Los ejemplos más evidentes de sistemas con capacidad de aprendizaje siguiendo la teoría epigenética, los constituyen el sistema nervioso central o el sistema inmune. En el caso del sistema nervioso central, la capacidad de aprendizaje (dada por la gran plasticidad neuronal) resulta de vital importancia, pues el número estimado de conexiones sinápticas en un cerebro humano supera con creces el número de nucleótidos contenidos en el genoma humano (en promedio, a una sola neurona del cerebro humano tiene 50,000 sinapsis).

Preformacionismo

El preformacionismo (también llamado preformismo o teoría preformista) es una antigua teoría biológica según la cual el desarrollo de un embrión no es más que el crecimiento de un organismo que estaba ya preformado (homúnculo). El preformacionismo se opone al epigenetismo, según la cual el organismo no está preformado en el cigoto, sino que se desarrolla como resultado de un proceso de diferenciación a partir de un origen material relativamente homogéneo. A principios del siglo XIX los partidarios del preformacionismo se dividían en dos grandes grupos: aquellos que defendían que el animal preformado se encontraba en el esperma (animaculismo) y aquellos que lo situaban en el óvulo sin fecundar (ovismo).



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