Concepción
Del latín conceptio, el término concepción hace
referencia a la acción y efecto de concebir. En biologia, se trata de la fusión
de dos células sexuales para dar lugar a la célula cigoto, donde se encuentra
la unión de los cromosomas del hombre (o el macho) y la mujer (hembra). En este
sentido, la idea de concepción es sinónimo de fecundación.
Con la unión del gameto masculino (espermatozoide) y el
gameto femenino (óvulo), se forma el cigoto y después el embrión que se
desarrollará hasta el nacimiento. En los seres humanos, tras producirse la
fecundación, tiene lugar un embarazo de nueve meses de duración; en los
equinos, después de los 11 meses y en los canes, después de los dos.
Esto significa
que cada mamífero tiene sus tiempos de fecundación y desarrollo dentro del
útero materno.
Otro uso de la palabra Concepción, cuando se escribe con
mayúscula inicial, hace referencia a la Inmaculada Concepción. Se trata de un
dogma católico que sostiene que María, la madre de Jesús, nació sin el pecado
original, es decir, libre de pecado. La Inmaculada Concepción no se refiere, a
diferencia de lo que suele creerse, a la maternidad virginal de María.
Concepción también es el nombre que reciben diversas
regiones geográficas latinoamericanas. En Argentina, existen dos departamentos
con dicho nombre (en Misiones y Corrientes) y varias ciudades y localidades.
Una de las más importantes es Concepción del Uruguay, en Entre Ríos, que cuenta
con unos 65.000 habitantes.
En Chile, Concepción es una ciudad y provincia con más de
200.000 habitantes, famosa por su importancia histórica.
Bolivia, Colombia, República Dominicana, Guatemala,
México, Panamá, Paraguay, Perú y Venezuela son otros países que tienen alguna
localidad, ciudad, municipio, provincia o departamento con este nombre.
Período de fertilidad en la mujer
Aunque estamos acostumbrados a escuchar acerca de
embarazos no deseados, es importante tener presente que concebir no es algo tan
sencillo como parece; a muchas mujeres que desean tener hijos les lleva entre
seis meses y un año conseguirlo.
Para que una mujer quedé embaraza es necesario que
realice el acto sexual durante sus días de fertilidad, los cuales están
determinados por el momento en el que se produce la ovulación.
La concepción es posible sólo si cuando la mujer está
ovulando, uno de los óvulos que libera se encuentra con un espermatozoide en el
paso de las trompas de Falopio. Por tanto, una vez que la mujer comienza a
menstruar es imposible que quede embarazada, dado que el óvulo ya no puede ser
fecundado; además el ambiente hostil del útero impedirá el paso de los
espermatozoides y, por ende, su posterior supervivencia.
Es importante mencionar que hay mujeres que aseguran
haberse quedado embarazadas en este momento cuando en realidad lo que ha
ocurrido es que se han confundido de sangrado, el vinculado al momento de la
ovulación. Una pérdida que recibe el nombre “spoting” y que se caracteriza por
ser breve y con residuos mucosos.
Una buena forma de conocer el momento adecuado para la
concepción es contar 14 días a partir del momento de la bajada de la regla. Los
días 13 y 15 son los más idóneos para que se propicie el embarazo. Es
importante recordar que los óvulos viven menos tiempo que los espermatozoides,
hasta 24 y 72 horas, respectivamente; lo que posibilita que el embarazo pueda
tener lugar incluso si se han mantenido relaciones en un lapso de hasta tres
días previos al momento de la liberación de óvulos.
Cabe mencionar que es sumamente importante que cuando
alguien decide traer a un niño a este mundo debe pensar en todos los aspectos
que hacen a la existencia de esa nueva vida; ser consciente de si está en
condiciones de propiciarle todo lo necesario para crecer feliz y sano. También
puede plantearse la posibilidad de adoptar y brindarle a alguien que se
encuentra viviendo en condiciones trágicas los mismos cuidados y amor.
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